Algo está pasando en Philadelphia, éramos muchos los que hace escasos dos meses ponían a la franquicia de Pensilvania a la cola de la liga, peleándose por el último puesto de la NBA con New Orleans. Desde el equipo llevan años pregonando la ya famosa frase: “Trust the proccess”. Confía en el proceso. Un mantra que no paraban de repetir para justificar los experimentos que se hacían en el equipo, rozando el esperpento. Pues bien, tiempo después, y con 7 victorias en los últimos 9 partidos, los aficionados de los 76ers tienen razones para soñar, y una de ellas tiene nombre propio, Joel Embiid.
Es imposible no relacionar la mejoría del equipo con la explosión del pivot camerunés. Joel Embiid, está haciendo números de novato sólo al alcance de Wilt Chamberlaint. Con 28.2 puntos en 36 minutos de juego por parte de Embiid. De hecho, lo único que le frena de hacer estadísticas de jugador consagrado es el límite de minutos que se le ha sido impuesto con mucha inteligencia por parte del cuerpo técnico para evitar lesiones pasadas.
Anoche dieron una clase magistral de madurez en el juego venciendo a los Raptors por 94 a 89, que están segundos de la conferencia este. Y fue la manera de ganar, no obstante, la que les da alas, con mucho temple en los minutos finales y dejando sin ideas a los canadienses, que en esta ocasión no les fue suficiente con DeRozan y Lowry.
Muchos expertos apuntan a que esta notable mejoría viene desde la defensa, mucho más ordenada y con un extra de corazón, algo que no se aprende en los entrenamientos y que tiene raíces más profundas. De nuevo fue Joel Embiid, intimidando bajo los tableros y que recibió gritos al final del partido de MVP! MVP!
Pero eso no es todo, aún queda por llegar Ben Simmons. El alero de 20 años, número 1 del pasado draft, está encabezando la recta final de su lesión y ya entrena 5 contra 5. Los más optimistas apuntan a una vuelta después del fin de semana del All Star. Esta pieza del puzzle puede ser el impulso definitivo que necesiten los 76ers para alzarse con una ansiada plaza para la post temporada. El jugador australiano es una apuesta de futuro y está llamado a ser uno de los talentos del futuro en la NBA. Por ello, su vuelta puede ser un arma de doble filo, ya que llegado el caso si la fuerzan puede ser un gran golpe para la moral de Philadelphia.
Esta podría ser una de las razones por las que, si los buenos resultados no siguen llegando prefieran dejarlo en dique seco hasta la temporada que viene. Porque, al fin y al cabo, si han confiado en el proceso tanto tiempo, ¿Por qué precipitarse en los últimos meses?
Sin duda los 76ers ya ven la luz al final del túnel, y aunque no estén aún en la parte alta de la tabla, verles jugar ya no es un suplicio para los aficionados. Es más, os invitamos a todos a que, si no lo habéis hecho ya, os veáis el próximo partido de Philadelphia y juzguéis vosotros mismos. ¿Playoff este año? ¿Vuelta de Simmons? ¿Embiid nuevo pivot dominante? You tell me.