Los Juegos de Río 2016 han finalizado con buenos resultados para el equipo olímpico español: mismas medallas que en Londres 2012, pero con 7 oros que suponen la mejor marca nacional después de Barcelona 92. En cuanto al basket, si bien la medalla masculina se antojaba segura en la que ha podido ser la despedida de la Generación de Oro del basket español, el equipo femenino dio la sorpresa al llegar a la final frente a Estados Unidos.

El oro no pudo ser: Estados Unidos es demasiado para cualquier equipo terrenal. Sin embargo, nuestras guerreras plantaron cara durante algo más de un cuarto. Lo que tardó el gigante americano en hacer valer su superioridad e imponer su abrumadora diferencia de músculo y buen hacer.

La espectacularidad del basket femenino en Río
El torneo de baloncesto femenino nos ha dejado jugadas de gran intensidad, duelos de alto riesgo y algunas cuentas pendientes. Australia, con Elizabeth Cambage a la cabeza, se impuso a Francia, Turquía y Japón en la clasificación del Grupo A. El otro, el de USA, veía cómo España empezaba a soñar; a la postre, los dos equipos que disputarían la final.

Entre tanto, unos cuartos de infarto ponían a España por delante de Turquía (64-62) con una canasta de Cruz en el último suspiro, Australia hacía lo propio con Serbia (71-73) y Francia sufría para vencer a Canadá por 5 puntos. Solo Estados Unidos parecía lanzada a por el oro en una competición donde las serbias Molovanovic y Petrovic, la turca Sanders o la japonesa Tokashiki, pese a su buen hacer individual, se quedaban fuera de la batalla final.

España: la revolución que plantó cara a al WNBA

La selección española de basket, dirigida por Lucas Mondelo, ha sido la sorpresa de los Juegos de Río tras no clasificarse siquiera para las anteriores Olimpiadas de Londres. El equipo encabezado por Laia Palau y Torrens ha contado con la magnífica aportación de jugadoras como Ndour, Xargay o Cruz para dejar en la cuneta a Turquía y Serbia.

Plantar cara a Bird, Charles, Taurasi o Fowles no es tarea sencilla. España consiguió hacerlo durante 13 minutos. Una eternidad si tenemos en cuenta que las estadounidenses llevan sin perder desde Barcelona 92, pero insuficiente para arrebatar el oro a la mejor selección de basket de la historia. Fue plata, pero sin duda una plata con sabor dorado.



La selección española, como en su momento hicieran los Epi y compañía en 1984, ha dejado claro que viene para quedarse. El Olimpo del basket femenino espera el inicio de un legado que permita a España plantar cara a la todopoderosa USA. Hoy ha sido plata, ¿quién sabe si en algún momento se podrá luchar por el oro?




