Un triple de Kris Jenkins en el último segundo del partido dio a Villanova Wildcats la victoria final y el campeonato de la NCAA frente al equipo universitario de North Carolina. El resultado, 77-74. Para muchos, un final épico para la edición más loca del torneo; para otros, un desenlace descafeinado por el despiste en la defensa de Carolina, que dejó al francotirador de los Wildcats solo ante la línea de triple.
Un acontecimiento a la altura de la NBA
La historia del campeonato de la NCAA -National Collegiate Athletic Association- se remonta a 1939, cuando 8 equipos se disputaron aquel primer torneo. Mucho ha cambiado desde entonces, y su Final Four es actualmente uno de los eventos deportivos más seguidos del país. Sus derechos televisivos superan los 10.000 millones de dólares.
En un adaptado NRG Stadium de Houston, el estadio de fútbol americano donde los Texans disputan la NFL y sede la Super Bowl de 2004, más de 70.000 espectadores se reunieron para presenciar la final del torneo, una de las citas más importantes del deporte estadounidense que se ha ganado el sobrenombre de March Madness -la locura de marzo-. Y no es para menos, viendo cómo viven los americanos el basket…
Segunda NCAA para Villanova
Villanova se impuso en su tercera final de la NCAA, consiguiendo su segundo campeonato. La última vez que la disputó, en 1985, consiguieron el primero. Su rival de este año, los Tar Heels de North Carolina, llegaban como pentacampeones, solo superados en títulos la UCLA (11) y Kentacky (8). Ambos equipos, Villanova y North Carolina, venían de derrotar en semifinales a Oklahoma y a Syracuse, respectivamente.
Los Tar Heels, grandes favoritos para el triunfo, dominaron el partido hasta la remontada de los Wildcats al final de la segunda parte, en la que Marcus Paige tomó las riendas del equipo. A falta de minuto y medio, Paige metió dos triples muy seguidos y empató el partido a 4 segundos para el final. Fue entonces cuando Jenkins se disfrazó de héroe y, sin oposición, recibió la bola de su base Ryan Arcidiacono y encestó desde la línea de triple.
Victoria de Villanova sobre la bocina. Arcidiacono, capitán y alma de los Wildcats, elegido MVP -MOP, en realidad- de la final. Y North Carolina, la Universidad que vio crecer a Michael Jordan, a las puertas de su sexto título.
Puro espectáculo a la altura de la mismísima NBA. Quienes defienden la NCAA destacan su pureza, el amor por los colores -los jugadores no cobran por jugar- y su locura. Bendita locura…
